Parece que nuestro Rafa vuelve y vuelve a lo grande a como nos tenía malacostumbrados, ganando pasando el rodillo a todos sus rivales sin contemplación.
No vamos a descubrir porque es el rey de la Tierra, sus números en tierra lo dicen todo, pero siempre es bonito ver como alguien de su talla, de su importancia, no menosprecia a nadie, ni da nada por ganado. Lo vemos en cualquiera de sus puntos, si hay una bola a la que nadie llegaría, no es porque no se pueda, es porque no se intenta y ahí en eso es el mejor. Su garra y su entrega están fuera de cualquier duda por mucho que se hablase el año pasado.
Muchos dijeron que estaba acabado y hasta rieron y desearon que así fuera, porque si lo has ganado todo y has quedado 1º del mundo y pierdes ya un torneo es que estás acabado.
Rafa no es grande sólo por como gana en la pista Rafa es grande como persona y eso lo demuestra con sólo hablar: su inteligencia, su humildad, su sacrificio, todo eso es un ejemplo para cualquier chico joven de hoy en día y seguramente millones de madres y padres deseen un hijo o un yerno como él.
En definitiva, el Dios de la Tierra lo es no por que la domine sino por que la domina con talento y humildad y sin menosprecio a los ciudadanos que intentan ocuparla.
Juanjo
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